«Los niños de hoy están expuestos muy precozmente a la sexualidad»
SILVIA BLEICHMAR, PSICOANALISTA
«Los niños de hoy están expuestos muy precozmente a la sexualidad» (El Correo Digital 07/11/06)
La especialista argentina dice que hay una crisis general en las relaciones con los demás, y no sólo en las de pareja
FERMÍN APEZTEGUIA/BILBAO
«Hay una enorme cantidad de jóvenes que no quieren comprometerse en lo amoroso». Lo dice la reconocida psicoanalista argentina Silvia Bleichmar, que participa esta semana en unas jornadas sobre psicoanálisis que se celebran en Bilbao. Sostiene que el problema no es una cuestión de desamor, sino de confianza en el ser humano.
-¿Hay que estar loco para acudir al psicoanalista?
-Por supuesto que no, ja, ja. Basta con tener conflictos que uno piensa que no puede resolver de otro modo.
-¿De qué tipo?
-Amorosos, laborales, síntomas de cualquier tipo que limitan su vida... Hay gente con miedo a salir a la calle, pánico, depresión...
-¿Qué es un psicoanalista?
-Alguien que cree que el sufrimiento humano puede diferenciarse de los sufrimientos que la vida impone. Hay formas de sufrimiento humano que están determinadas no por las necesidades que va marcando la vida, sino por las fantasías de uno mismo.
-En los últimos años, la validez científica del psicoanálisis ha sido puesta en entredicho de modo reiterado.
-Algunas de las críticas son válidas, en la medida en que los modos de subjetividad de la época han cambiado...
-Perdone, ¿qué quiere decir?
-Que hay que cambiar algunos conceptos. Por ejemplo, la concepción de la familia ha cambiado. Hoy tenemos familias monoparentales, homoparentales, niños que forman parte de familias ensambladas... Como decía un niño que yo atiendo, «¿Pobre Juan, que sólo tiene cuatro abuelos...!».
-¿Y qué dice usted de todo esto?
-La idea de que la sexualidad tiende a la reproducción está en crisis. Medio en broma, medio en serio, suelo decir que la Humanidad se pasó años tratando de tener relaciones sexuales sin engendrar y hace años que intenta engendrar sin relaciones sexuales.
Más allá del placer
-¿Cree que es un desastre?
-No. Hablo de nuevas formas de amar que nos dicen que hay que replantearse el sentido de la relación amorosa y sexual. Lo que define una relación es la forma en que el otro es concebido no sólo como un cuerpo de goce, sino como otro humano al que yo me debo, más allá del placer que me produce.
-¿Qué sentido tiene la palabra, charlar con un especialista, en un mundo donde no hay tiempo para nada?
-La palabra sigue teniendo mucho sentido. En los últimos años en España, como en Argentina, nos hemos convertido todos en semiólogos. En lugar de preguntarnos si es verdad lo que se nos dice, nos preguntamos por qué se dice. El problema no es la palabra, sino la banalización de los enunciados.
-¿Por esta razón se rompen más parejas que las que se forman?
-Hay una crisis general que no se reduce a la pareja, sino que tiene que ver con la relación en general con el semejante. Los modos de crueldad de las formas sociales y económicas que estamos padeciendo hacen que el otro se convierta en un obstáculo o en un medio para la acción; y no en otro ser humano.
-¿Cómo se traduce eso en la práctica, en el día a día de la pareja?
-Hay una enorme cantidad de jóvenes que no quieren comprometerse en lo amoroso. Esa no es una falta de compromiso con su pareja, sino con el semejante.
-¿Falla la educación sexual?
-Los chavales tienen hoy un exceso de información, más que nunca, pero carecen de las claves para procesarla. Con los niños, hay un acoso psicológico con el tema de la sexualidad. Están muy precozmente expuestos a la sexualidad del adulto. Los medios y otras formas de información les lanzan prematuramente a situaciones para las que no están preparados.
-¿Puede hacerse algo para corregir esta situación?
-El problema es que no hay una regulación respecto al cuidado de la salud de la sociedad. La forma en que circula la información sexual es perturbante no sólo para los niños, sino también para los adultos. Estoy absolutamente convencida de que la diferencia entre arte erótico y pornografía radica en que en el arte no pierde de vista que hay un drama humano circulando; la pornografía es sólo un recorte de los cuerpos.
LA PROTAGONISTA
Silvia Bleichmar, psicóloga, es doctora en Psicoanálisis por la Universidad de París. Profesora en Argentina de las Universidades de Buenos Aires, La Plata y Córdoba. Directora y asesora de Unicef.Las jornadas de Psicoterapia de Bilbao se celebran el viernes y sábado. Más información: 687.88.09.86
«Los niños de hoy están expuestos muy precozmente a la sexualidad» (El Correo Digital 07/11/06)
La especialista argentina dice que hay una crisis general en las relaciones con los demás, y no sólo en las de pareja
FERMÍN APEZTEGUIA/BILBAO
«Hay una enorme cantidad de jóvenes que no quieren comprometerse en lo amoroso». Lo dice la reconocida psicoanalista argentina Silvia Bleichmar, que participa esta semana en unas jornadas sobre psicoanálisis que se celebran en Bilbao. Sostiene que el problema no es una cuestión de desamor, sino de confianza en el ser humano.
-¿Hay que estar loco para acudir al psicoanalista?
-Por supuesto que no, ja, ja. Basta con tener conflictos que uno piensa que no puede resolver de otro modo.
-¿De qué tipo?
-Amorosos, laborales, síntomas de cualquier tipo que limitan su vida... Hay gente con miedo a salir a la calle, pánico, depresión...
-¿Qué es un psicoanalista?
-Alguien que cree que el sufrimiento humano puede diferenciarse de los sufrimientos que la vida impone. Hay formas de sufrimiento humano que están determinadas no por las necesidades que va marcando la vida, sino por las fantasías de uno mismo.
-En los últimos años, la validez científica del psicoanálisis ha sido puesta en entredicho de modo reiterado.
-Algunas de las críticas son válidas, en la medida en que los modos de subjetividad de la época han cambiado...
-Perdone, ¿qué quiere decir?
-Que hay que cambiar algunos conceptos. Por ejemplo, la concepción de la familia ha cambiado. Hoy tenemos familias monoparentales, homoparentales, niños que forman parte de familias ensambladas... Como decía un niño que yo atiendo, «¿Pobre Juan, que sólo tiene cuatro abuelos...!».
-¿Y qué dice usted de todo esto?
-La idea de que la sexualidad tiende a la reproducción está en crisis. Medio en broma, medio en serio, suelo decir que la Humanidad se pasó años tratando de tener relaciones sexuales sin engendrar y hace años que intenta engendrar sin relaciones sexuales.
Más allá del placer
-¿Cree que es un desastre?
-No. Hablo de nuevas formas de amar que nos dicen que hay que replantearse el sentido de la relación amorosa y sexual. Lo que define una relación es la forma en que el otro es concebido no sólo como un cuerpo de goce, sino como otro humano al que yo me debo, más allá del placer que me produce.
-¿Qué sentido tiene la palabra, charlar con un especialista, en un mundo donde no hay tiempo para nada?
-La palabra sigue teniendo mucho sentido. En los últimos años en España, como en Argentina, nos hemos convertido todos en semiólogos. En lugar de preguntarnos si es verdad lo que se nos dice, nos preguntamos por qué se dice. El problema no es la palabra, sino la banalización de los enunciados.
-¿Por esta razón se rompen más parejas que las que se forman?
-Hay una crisis general que no se reduce a la pareja, sino que tiene que ver con la relación en general con el semejante. Los modos de crueldad de las formas sociales y económicas que estamos padeciendo hacen que el otro se convierta en un obstáculo o en un medio para la acción; y no en otro ser humano.
-¿Cómo se traduce eso en la práctica, en el día a día de la pareja?
-Hay una enorme cantidad de jóvenes que no quieren comprometerse en lo amoroso. Esa no es una falta de compromiso con su pareja, sino con el semejante.
-¿Falla la educación sexual?
-Los chavales tienen hoy un exceso de información, más que nunca, pero carecen de las claves para procesarla. Con los niños, hay un acoso psicológico con el tema de la sexualidad. Están muy precozmente expuestos a la sexualidad del adulto. Los medios y otras formas de información les lanzan prematuramente a situaciones para las que no están preparados.
-¿Puede hacerse algo para corregir esta situación?
-El problema es que no hay una regulación respecto al cuidado de la salud de la sociedad. La forma en que circula la información sexual es perturbante no sólo para los niños, sino también para los adultos. Estoy absolutamente convencida de que la diferencia entre arte erótico y pornografía radica en que en el arte no pierde de vista que hay un drama humano circulando; la pornografía es sólo un recorte de los cuerpos.
LA PROTAGONISTA
Silvia Bleichmar, psicóloga, es doctora en Psicoanálisis por la Universidad de París. Profesora en Argentina de las Universidades de Buenos Aires, La Plata y Córdoba. Directora y asesora de Unicef.Las jornadas de Psicoterapia de Bilbao se celebran el viernes y sábado. Más información: 687.88.09.86
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