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viernes, noviembre 03, 2006

La alimentacion de la mujer influye en le obesidad de sus futuros hijos

La alimentación de la mujer en su vida fértil predispone a la obesidad a sus futuros hijos (03/11/06)
La tele propicia el sobrepeso infantil, porque conlleva el sedentarismo y la ingesta de productos sin control El 35% de los niños pesa en exceso
La alimentación de la madre influye de manera decisiva en la futura salud del bebé. Los hábitos alimenticios de una mujer, no sólo durante el embarazo, sino durante el conjunto de su vida fértil, predisponen a sus hijos tanto a la obesidad como al conjunto de enfermedades que están ligadas a ella, entre las que destacan las cardiovasculares, la diabetes y la hipertensión. Lo dijo ayer en Bilbao el reconocido pediatra italiano Carlo Agostoni, del hospital universitario de Milán, que participó en la apertura del encuentro anual de la Academia Europea de Ciencias de la Nutrición.
La élite de esta disciplina se reúne desde ayer en el Palacio Euskalduna de la capital vizcaína para analizar dos cuestiones que preocupan a los expertos en alimentación. Nutricionistas, pediatras, biólogos, representantes de la industria y expertos en alimentación pública ponen en común estos días los resultados de las investigaciones más recientes sobre lo que comen y dejan de comer niños y mayores. La sesión de ayer se centró en la infancia, prolongada hasta la adolescencia. Los últimos datos conocidos apuntan a una próxima epidemia de obesidad y enfermedades cardiovasculares entre los más jóvenes de Europa.
El sobrepeso y la obesidad entre los más jóvenes de la Unión alcanza ya al 35% de la población, según explicó Barbara Livingstone, del Centro para la Alimentación y la Salud de Irlanda del Norte. La cifra de niños con sobrepeso aumentará en los próximos años, según alertó, a un ritmo de 1,3 millones al año, de los que se calcula que al menos 300.000 serán obesos «salvo que se adopten medidas urgentes para revertir la tendencia».
Dentro de sólo cuatro años, en 2010, 26 millones de niños europeos tendrán un peso mayor que el ideal y se expondrán con mayor riesgo, por tanto, a los problemas de salud relacionados con el exceso de grasa. Cuando se habla de enfermedades ligadas a una mala alimentación se piensa siempre en infartos de miocardio y derrames cerebrales, pero Livingstone dejó ayer claro que el problema es aún más amplio. «Los niños con sobrepeso también son más propensos a sufrir problemas psicológicos como depresión o falta de autoestima y autoconfianza y tienen un mayor riesgo de ser blanco de las burlas y las agresiones de sus compañeros».
Menos televisión
El presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, Javier Aranceta, dio a conocer los resultados del estudio Enkid, un trabajo de ámbito estatal que ha analizado la obesidad en la franja de edad de 2 a 24 años, con datos también preocupantes. El informe señala que la obesidad infantil y juvenil tiene en España una incidencia del 13,9%, es «significativamente» más elevada entre los varones (15,6%) y especialmente alta entre los chicos de 6 a 13 años.
El experto recordó en su exposición la necesidad de proteger a los chavales con una dieta equilibrada, a base de frutas y verduras y alejada de bollería y refrescos azucarados, pero también puso especial énfasis en el control de algo que, se ha comprobado, está incidiendo cada vez más en la creciente obesidad de los chavales: la televisión. El tiempo dedicado a ver la tele puede convertirse en un aliado de excepción para el exceso de peso, no sólo por el sedentarismo que acarrea, sino también por la ingesta sin control de productos de todo tipo que a menudo acompaña a esta actividad. Generalmente, además, se consume todo aquello que es más perjudicial para la salud: bollos, pasteles, aperitivos, chucherías...
Uno de los trabajos que mayor interés despertó entre la audiencia fue, sin embargo, el relativo a la influencia de la alimentación de la mujer en sus hijos. Según el italiano Carlo Agostoni, si el bebé vive en el útero materno en un 'ambiente amable' en lo que a nutrición respecta, su predisposición a sufrir las consecuencias de la obesidad será menor.
Las 'rutas' de una buena alimentación se aprenden desde antes incluso del nacimiento, porque en ellas influye la composición del tejido graso de la madre. Lo importante, según explicó, es mantener un estado nutricional equilibrado durante toda la vida fértil. «No valen dietas rápidas a última hora». ¿Quiero eso decir que la alimentación de la madre influye también en los futuros gustos del bebé? «Es mucho especular», se apresuró a contestar el experto.