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viernes, noviembre 10, 2006

El divorcio no es solución para los hijos si el conflicto perdura entre los padres

Expertos indican que el divorcio no es solución para los hijos si el conflicto perdura entre los padres (El Correo Digital 10/11/06)
Las peleas de los progenitores afectan más a los niños que la propia separación, dice un estudio
IRATXE GÓMEZ/BILBAO
Si las peleas perduran entre los padres, el divorcio no es la mejor solución para los hijos. Aún es peor. «La separación siempre influye negativamente en los niños porque les genera angustia. Piensan que sus padres ya no van a estar ahí. Y, por eso, necesitan afecto y protección. Pero si los progenitores focalizan toda su energía en la ira y en luchar contra su ex-pareja, estarán menos atentos a las necesidades de sus hijos». De esta forma explica la psicóloga Ana Martínez por qué la separación en muchos casos no es suficiente.
El año pasado hubo en España 93. 536 divorcios. Una cifra que exige investigaciones para sacar conclusiones sobre cómo hacer que esta situación resulte lo menos traumática posible para todos los implicados. Es lo que trata de averiguar un estudio realizado por el equipo de investigación de la Universidad de Deusto que dirige Martínez. Y la conclusión es que el factor clave es el conflicto.
Buscar responsables
¿Van a poder ser buenos padres después de una separación hostil? «La ira, la depresión, la frustración generan una situación emocional que muchos padres no saben controlar». El niño se convierte en ocasiones en aliado y confidente de uno de los progenitores porque, en ese momento, «no ven más allá de sus problemas personales». Y la negación de su contribución al fracaso del matrimonio resulta todavía más nefasta.
No enfrentarse a la situación supone no poner los medios necesarios y que las riñas con la ex pareja aumenten. Ése es el gran error. «Los niños no pueden ver discutir a sus padres», advierte Martínez, que se apoya en el estudio realizado por su equipo a unos 4.000 adolescentes. «Ellos temen por su propia seguridad, porque no saben como van a acabar esas peleas. Se les tambalean los pilares familiares. Además, muchas discusiones se centran en la educación de los hijos y ellos se sienten responsables».
La mediación psicológica es el mejor remedio cuando no se puede evitar esta coyuntura. «Estamos a años luz de EE UU en ofrecer una respuesta». Los padres deben ser capaces de manejar la situación entre ellos. «Se divorcian pero no desaparecen como padres», advierte la psicóloga. En busca de más medios que disminuyan ese conflicto, a principios de diciembre se celebrará en Bilbao un encuentro nacional de investigadores de familia.