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martes, noviembre 14, 2006

Para enseñar a un niño a comer "Un buen boicot emocional es mejor que un sopapo»

MONSTERRAT DOMENECH, PEDAGOGA Y PSICÓLOGA INFANTIL EXPERTA EN NUTRICIÓN
«Un buen boicot emocional es mejor que un sopapo»
La autora de '¿A comer!' dice que un niño puede aprender a comer en 4 días
F. APEZTEGUIA/BILBAO
Hay niños que se cierran en banda. Dicen que no comen; y no comen. La psicóloga infantil Montserrat Domenech, autora con el especialista Eduard Estivill del libro '¿A comer!, repasa la manera de ganarle la batalla de la mesa al crío más difícil.-¿La hora del desayuno es siempre un infierno?-Muchas veces, sí. Un 30%de los niños tiene problemas para reproducir hábitos de autonomía.-¿Por qué cuesta tanto que desayunen como se debe?-Porque no tienen bien instaurados los hábitos de alimentación correctos y los padres no han sabido inculcarles buenas pautas de comportamiento. Cada día utilizan una fórmula distinta. Un día le gritan, otro le dan más comida, otro se la quitan y, al final, le transmiten inseguridad.-¿A qué edad se aprende a comer?-A los cero años. Es verdad que a los dos tienen capacidad para copiar los modelos de los padres. Es más fácil educar y reeducar entre los dos y cinco años.-¿Después es imposible?-No, pero será más complicado. Hay tiempo de corregir errores hasta la adolescencia.-La pregunta clave: ¿Cómo consigo que se lo tome?-Lo importante es dar siempre una consigna, la misma. «Hoy, por ejemplo, te vas a tomar estos cereales con leche y tienes para hacerlo un tiempo fijo: de quince a veinte minutos. Si no los tomas, el bol se tira». No me gusta el concepto de tirar la comida, pero podemos lograr que diga «¿Qué pena, la comida se va a la basura!».-¿Hay que reñirle?-No vamos a reñirle ni a darle la misma comida para cenar. Lo importante es que se le despierte el apetito y llegue a la conclusión de que es mejor cumplir las normas que plantean los padres.-Con un reloj ¿no se corre el riesgo de que te diga: «Se acabó el tiempo. ¿Adiós desayuno!»?-Él se lo pierde. Lo importante, mientras aprende, no es la cantidad, sino que entienda el hábito. Jamás hay que forzarle. -Los padres hacen esto, pero luego el niño va a la guardería y escapa del control paterno.-Si hablamos de un caso problemático, la guardería, la abuela que va a buscarle y la panadera que le regala un trozo de pan deben saber que durante unos días no deben darle nada.-¿Puede hacerse algo para que encima le guste?-¿Exacto! El primer día sin comer dirá «¿Qué juerga, es fantástico!». Al cuarto, cuando se desmaye, empezará a copiar con ganas.-¿Un sopapo puede ser útil?-¿Jamás! Eso era válido antes, cuando los padres imponían tantísima autoridad. Hoy es posible que te lo devuelva. Un buen boicot emocional es mucho más efectivo.-¿En 4 días se aprende a comer?-Ese es el reto que propongo a los padres que vienen a mi consulta. Si se fían de mí, verán en su hijo un cambio espectacular.